colegio sustentable concepcionHace exactamente un año las ilusiones del directorio y la comunidad educativa del Colegio Concepción fijaban sus ojos en los planos de lo que hasta ese momento era un proyecto bastante ambicioso. Con una inversión cercana a los 6.500 millones de pesos, el edificio proyectado en esa época ya es una realidad, y poco a poco quienes transitan por calle Vicente Mendez pueden ver como aquel trazado virtual se ha levantado para saldar un viejo anhelo de la institución.

Alejandro Chandía, presidente del directorio del recinto educativo, explicó que esta obra «ha significado un verdadero esfuerzo para el directorio y los socios de la corporación, porque hacer una inversión de esta magnitud implica un riesgo también. De hecho los estándares en el país señalan que uno puede invertir un millón y medio por alumno. Acá se está invirtiendo el doble», desmenuzó el directivo, quien agregó que a pesar de que no se está siendo económicamente rentable, la idea es que el resultado lo tendrán los mismos estudiantes, que gozarán de condiciones ideales para el aprendizaje.

A la vanguardia educacional

Dentro de la obra en ese sentido se ha pensado en todo lo posible para obtener los mejores resultados en materia de eficiencia energética y sustentabilidad. Las instalaciones tienen una capacidad para unos 2.250 estudiantes, con más de 60 aulas.

El arquitecto, Jaime Bartsch, experto en obras educacionales con incursiones en la sustentabilidad, cuenta que lo visto en este proyecto sólo «se ha trabajado como experiencia previa la sustentabilidad en el Colegio Alemán de Puerto Varas, pero en una escala más pequeña. Me atrevería a decir que en este proyecto fuimos mucho más allá, trabajamos con gente muy especializada y podemos decir que son estrategias profundas de sustentabilidad. Los referentes pueden encontrarse en el extranjero», puntualiza.

A pesar de que la obra aún no está terminada, se puede ver gran parte de su avance. Entre ellos el hecho de contar con una política de eficiencia energética y de reciclaje a toda prueba.

«Hemos querido reciclar material de acero de la anterior infraestructura para fundirla y reutilizarla en el proyecto, lo que nos ha resultado muy bien aplicada en algunos sectores», puntualiza Bartsch.

Uno de los elementos claves del edificio es su planta superior, con un espacio completo dedicado a la calefacción termosolar de tecnología pasiva. ¿Qué quiere decir esto? Que puntualmente existe «la menor intervención de máquinas en la calefacción completa del edificio. En el tema bioclimático, esta obra está siendo bastante innovadora para nuestro país», destacó el arquitecto.

Quien también ha participado en su construcción es el ingeniero de obras Carlos Jorquera, quien explica que este sistema de estanques de aire caliente «concentra el calor que llega desde el sol en el espacio a una temperatura cercana a los 60° celsius y posteriormente lo distribuirán a todas las aulas».

Otra innovación importante que está presente a lo largo de todo el edificio es la política ecológica «Petróleo cero», donde la idea es ocupar lo menos posible productos derivados del petróleo, como tubos o material de PVC. «En ventanas, a pesar de ser más barato, hemos preferido hacerlos de un material sustentable como el raulí», acotó Jaime Bartsch. Además de estas tecnologías muchas más esperan a los alumnos, quienes entrarán a clases algo más tarde, pero con todas las garantías de un moderno edificio. Los cuartos medios podrán partir desde la próxima semana y el resto del colegio lo hará el 27 de marzo.

Fuente: diarioladiscusion.cl